Mientras Soraya Sáenz de Santamaría escoge un estilo más sobrio y clásico, la secretaria socialista Leyre Pajín lleva una cazadora de cuero y unas botas altas que conjuntan con ella; una elegancia más informal.
Los propotipos son malos, y siempre lo repetiremos. Pero no son sólo los medios los que los imponen. Las políticas han elegido hoy cómo vestirse, tanto en el perfil físico como en el ideológico, y eso implica adjudicar una serie de connotaciones que nos vienen dadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario